viernes, septiembre 02, 2016

Entre escabiosis y otras yerbas densas



 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Agosto no fue un mes como lo esperado. Si bien, no soy un ser optimista, en Agosto, muchas de las cosas no salieron como se esperaba.
La escabiosis, adoptada, vaya a saber donde, trajo sensibilidad a mi ser.
La persona que, también fue contagiada, mostró su eficiencia de una manera superadora. Sin dudas, tiene mayor poder de resiliencia. 
Yo me pregunto ¿Por que no tolero cada vez que me estoy volviendo débil? Los derrapes y el auto-hundimiento es cada vez más común. 
El sentimiento de depresión que me lleva a la inacción y las pocas de ganas de hacer cosas, es cada vez más común.
La sarna humana o escabiosis da una picazón inmensa, y se contagia facilmente por las telas y alfombras. No está muy difundida y siquiera hay datos estadísticos, por lo menos a nivel nacional, aunque el contagio, mi contagio, nuestro contagio es muy probable que haya sido en Barcelona.
¿Barcelona? ¿Yo viajando a Barcelona? ¿En que altura estás? ¿De donde salió?
Igualmente los cimientos para una "vida más previsible" están cada vez más lejanos.
 
Volviendo a la sarna. El hecho de limpiar y desinfectar mi tugurio, con un ayuda enorme de alguien a que no puedo dejar de estar agradecido. Poniendo las ropas en bolsas, viviendo un caos anímico, y nos mantuvimos cautivos en el hogar que, por suerte, y por ahora, tengo.
Fin de semana largo potenciando el bajón anímico.
Mucha gente aparenta ser depresiva, pero no tiene idea que la depresión se basa en la inacción, y no en la fortaleza para fundamentar sus actitudes y tener la conducta, disciplina y fuerza para seguir esa conducta.
 
En este caso los dos derrapamos y viviendo en el derrape nos detestamos y nos necesitamos. Una relación profundamente paradojal.  Viviendo la intensidad de todos los sentidos.
Igualmente mi poder de contensión es nulo y siempre lo fue. Mi agredecimiento es eterno. Insisto: merezco estar solo...Y no me vengan que la meritocracia es un insulto o una forma mala de ver la vida.
Aquí, el que se adapta mejor al sistema y a las personas y tiene un fundamentalismo de su forma de vida, es el que merece una vida mejor, y no lo digo yo, lo dicen los valores del sistema.
 
El alcohol es otro elemento paradojal, quiero pensar y vaciarme cada vez más, con el alcohol, a veces, lo hago, siento que no analizo nada, que trasciendo a la ligereza mental, pero el dia después se me hace un infierno cada vez, se acentúan mis pulsiones más bajas.
 
La sarna se ha ido, como se van otras, que hacen una vida más acompañada.
No quiero ser dependiente, lo odio ser, pero hay soledades que pesan, y en muchos ámbitos me siento solo, por lo que no supe sembrar, porque no tengo inteligencia interpersonal, y por sobre todas las cosas, la gente de alrededor solo habla de su entorno y de gente que nunca conocíó, y emite opiniones fundamentadas y clara, a las que no puedo emitir nada.
 
 

No hay comentarios.: